MAMÁS EN ACCIÓN

Cómo saber si tu proyecto te está buscando

Cómo saber si tu proyecto te está buscando 2304 1536 Daniel

Hace dos años me dio por pensar que «Mamás en Acción» había sido una imprudencia tremenda. Y al pensarlo me angustiaba tanto que me ponía literalmente, enferma.

«Pero, ¿cómo se me ocurrió?»
«¿Por qué nadie de los que acudí me paró los pies?»… Pensaba incesantemente.

Mentorizando a emprendedores desde 2008 y ni una de mis indicaciones tuve en cuenta:
No validé el mercado, no calculé costes.. ¿Y si no hubiera habido más niños?
¡Dios mío, la habría liado muchísimo!
(Que había más de 50.000 niños a los que acompañar, lo aprendí después..)

No fue hasta hace poco que entendí el motivo de todo aquello. Y hoy estoy convencida:

“Hay personas que buscan proyectos y hay proyectos que buscan personas”.

(Que como dice Alejandro Sanz: “No es lo mismo. Es distinto”)
Y no es ni místico, ni extraordinario. Es mucho más común de lo que podáis pensar.

Os cuento todo esto porque, ahora uno los puntos hacia atrás según mi historia, y estoy creando un “auto análisis” para saber si un proyecto te está buscando.

¿TE INTERESA SABER SI TÚ ERES UNO DE ELLOS?

Si tienes dudas o lo intuyes, deja tus datos aquí y descárgate mi «detector».

Con Amor ♥️,

Majo

¡Cuidado! No te apagues

¡Cuidado! No te apagues 935 935 Majo

Todos tenemos una brújula interior que nos guía y que jamás se equivoca. Todos, sin excepción, la llevamos “de serie”, pero a veces, ni siquiera somos conscientes de ello.

Queremos que nuestros niños crezcan con esa guía interior que los oriente hacia lo correcto. Nuestra misión, habiéndoles proporcionado la educación reglada, es formarlos en valores y acompañarles en su camino para, simplemente, estar PRESENTES, que lejos de pensar “que no es poco” lo que verdaderamente es, es un regalo.

Cuando al poco de ser madre caí en la cuenta de que mis hijos no harán lo que yo les diga cuando yo no mire, sino que harán lo que hayan visto que yo haría, un gran sentimiento de responsabilidad se apoderó de mí y sentí un gran peso de pérdida de libertad. Lo que entonces no veía, era que aquello me hacía esforzarme a ser mejor persona, a intentar dar lo mejor de mí misma constantemente.

Y eso, no es tan diferente de las líneas de liderazgo que desde nuestras organizaciones queremos proyectar.

Qué quieres ser: jefe o líder.

Hace unos meses, mientras seguíamos intentando permanecer en nuestro objetivo, llegó una pandemia, nos confinaron, se apagó todo y tuvimos que enfrentarnos a una situación retadora que nos hizo tambalearnos. Tal y como os conté aquí yo fui de esas personas que escuchando a Víctor Küppers nos planteamos quién queríamos ser en esta pandemia, y así, intentando contener emociones durante el encierro, en casa con mis pequeños, nacían conversaciones y provocábamos comportamientos constructivos que nos hicieran mantener el foco en la seguridad y no en el miedo, y parte de aquellos días, los escribimos en un cuaderno donde a modo de diario, contábamos historias que construíamos juntos.

Quién me iba a decir hace unos meses, que aquello que hicimos por puro entretenimiento, hoy se convertiría en un cuento para ayudar a encontrar un poco de Luz a los niños del mundo. Un cuento que pretende ayudar a descubrir esa brújula interna que incluso muchos adultos seguimos buscando.

“¡Cuidado! No te apagues” (título de mi hija Adela), es nuestra sencilla aportación para  llevar un poco de Luz a todos los niños que la necesiten así como a los adultos que convivan con ellos.

Y como yo he sido colmada de regalos como estos:

  • La revisión, contribución e impulso de mi querido Víctor Küppers, al que podéis leer en la contraportada.
  • La traducción del texto en preciosas ilustraciones del gran Fede Gomis
  • La profesionalidad de Daniel Mañes, del estudio Jiménez de Nalda, que encajó todas las piezas con cariño.
  • Mis queridos “El Kerigma” que lo leyeron como amigos y me dijeron: Majo, ¡quiero 100! Y lo están regalando en una preciosa edición en papel en todas las compras de sus productos durante esta navidad.

Hoy es este, nuestro regalo de navidad para ti.

Este cuento solo se distribuirá a cambio de un donativo a Mamás en Acción, pero a ti te hemos guardado tu ejemplar y puedes descargártelo ahora mismo.

Esperamos que lo disfrutes y que te llegue el cariño que nosotros hemos puesto en él.

FELIZ NAVIDAD

Puedes descargarte el cuento de manera gratuita dejando tus datos en este formulario:

+

·

La realidad detrás de las cámaras de Mamás en Acción

La realidad detrás de las cámaras de Mamás en Acción 1066 1600 Majo

“Jo, Majo, tu trabajo al frente de Mamás en Acción es una pasada”, “Qué bonito lo que hacéis, qué maravilla”…

Recibo mensajes como este muchas veces y sinceramente, te llenan el alma, pero hoy vengo a contaros la realidad, lo que hay “detrás de las cámaras” de la vida de Majo al frente de Mamás en Acción:

Todo lo bonito que veis no es cosa sólo mía. Ahí yo siempre me emociono igual que podéis hacerlo vosotros viéndolo. Todo lo maravilloso de nuestro trabajo sale formar parte de un fantástico equipo de personas que han convertido su pasión en su trabajo. Suerte la mía de poder aprender y crecer con ellas cada día.

Mi realidad detrás del “qué bonito, Majo” es lo que me cuesta todos y cada uno de los días,

sostener esta gran comunidad para que la rueda no pare y los acompañamientos no se detengan.

Hace un tiempo, la Fundación Botín me dio la posibilidad de mejorar mis debilidades poniéndome a un coach ejecutivo que me ayudara a mejorar, para así optimizar la gestión y el buen funcionamiento de Mamás en Acción. Todo empezaba con un análisis para identificar esos puntos y aun sabiendo que tenía muchas cosas que mejorar, quise avanzarle: “Ya te adelanto en qué vas a tener que ayudarme con mucha energía y mucha paciencia: Por favor, enséñame a pedir”.

A pedir ayuda económica, a dejarme ayudar cuando alguien nos dice cómo puede colaborar con nosotros. Hemos perdido grandes oportunidades porque sinceramente no he sabido hacer ver lo que necesitábamos por la vergüenza que me suponía hacerlo.

De esto han pasado casi dos años, pero si me resuena y quiero compartirlo ahora es porque hace solo 15 días que este problema me miró de frente y me ha hecho volcarme tan de lleno en intentar solucionarlo que no he tenido tiempo de trabajar mis inseguridades. Hace 12 días que amanecí con el mensaje de nuestra directora financiera dejándomelo muy claro: “No llegamos”.

Es maravilloso cuando lanzas un acompañamiento y los turnos se llenan en tiempo récord. Es un regalo cuando te tiemblan las piernas y hasta la voz pensando que no estás a la altura de quien necesita que le consueles y de repente le brillan los ojos y sabes que estás donde debías estar, pero es una angustia para mí (sí, ANGUSTIA. Sin dramas) cuando ves que no sabes qué hacer para acabar el año (¡y solo queda un mes!).

Con la pandemia nuestros eventos de monetización se han caído y nuestra situación es complicada, cosa que yo ya intuía pero no quería admitir por lo que suponía: “Majo, te toca pedir”.

“No puedo… ahora no…”, pensé. Con 6 acompañamientos en marcha, apunto de despedir al cielo a una de nuestras bebés y yo con la mente nublada porque no podía ni ver opciones… ¿Esto tenía que pasar HOY?

Y me di cuenta que NUNCA estoy preparada.

Lo que quiero contaros es que tener que recentrarme es de nuevo una oportunidad enorme para crecer. Hacer el ejercicio de visualizar mi propósito y el porqué debo reponerme es la pieza clave para sacar las fuerzas que no tengo y buscar una solución. Y darme cuenta de que sola no puedo, de que las cosas no son como me gustaría, es una oportunidad enorme para crecer en humildad y en vocación de servicio, dos cualidades fundamentales de cualquier buen líder que se precie: Humildad para no creer que puede con todo. Servicio: para visualizar a quién sirvo y no dejar que mi inseguridad se lleve por delante ni la oportunidad de seguir acompañando, ni la ocasión  de dejar que quien quiera pueda formar parte aportando su granito de arena.

¿Y tú, qué visualizas para seguir adelante cuando te tocan el talón de Aquiles?

Cuando te toque lidiar con eso que no puedes, sonríe y piensa que tienes una oportunidad maravillosa para entrenar esa habilidad que debes mejorar.

¡Feliz fin de semana!

PD: En pocos días es nuestro cumple y acabamos de sacar a la venta unas cajitas ideales que te llegan a casa con un kit de fiesta y cava para brindar. Por sólo 25€ nos ayudas a reunir el presupuesto que necesitamos y lo haces celebrando una fiesta con nosotros donde ¡habrá una sorpresa chulísima! ¿Te animas? Si es así, puedes comprarla pinchando el botón de abajo 😉

El líder invisible

El líder invisible 1000 800 Majo

Es curioso como, a veces, a lo que prestamos menos atención acaba siendo lo que más nos impacta luego. Fíjate si te ha pasado alguna vez y cómo ha ocurrido, en tu familia, trabajo o entorno.

A menudo, cuando nos reunimos en la Fundación Botín muchos de los compañeros de la red de “Talento Solidario”, grandes entidades de ámbito internacional me preguntan: ¿Cómo lo hacéis en Mamás en Acción? ¿Cómo conseguís tener tantos voluntarios y que nunca se quede un turno sin cubrir? Y desde hace un tiempo estoy segura de la respuesta:

Porque nuestra comunidad tiene un PROPÓSITO común.

A veces lo interpretan como algo romántico, espiritual o bohemio y se queda ahí. Otros piensan que también ellos comparten propósito con sus compañeros y no obtienen los mismos resultados y, en mi opinión, creo que muchas entidades, colectivos y empresas todavía no han descubierto su propósito común.

No es lo mismo lo que haces que por qué lo haces.

No vendes coches para ganar dinero. Tienes una empresa para ganar dinero y el cómo lo ganas es vendiendo coches. No es lo mismo ser voluntario de una entidad y estar dispuesto a cualquier actividad que se te asigne, a tener un único objetivo común: #NiUnNiñoSolo y saber que te has ofrecido a eso y eso es lo que vas a hacer.

Creo firmemente que hoy en día, muchísimas organizaciones, empresas y colectivos, saben qué hacen y para qué lo hacen, pero no estoy segura de que se planteen por qué lo hacen y sobretodo, si quien viaja con ellos (socios, empleados o compañeros) lo hace por lo mismo.

Pero, si estás al frente de un colectivo y te digo que los equipos que comparten propósito común son los más creativos, innovadores y productivos, entonces, ¿estarías dispuesto a descubrir el motor de tu organización y asegurar que es el mismo motor que pone en marcha a tu capital humano?

El propósito compartido es la fuerza que une a las personas y el que provoca la diferencia entre realizar tu trabajo por responsabilidad o hacerlo con entrega.

Mary Parker Follett en la década de 1920 ya escribió: «Líder y seguidores están siguiendo al líder invisible: el propósito común.«

Los mejores ejecutivos ya ponen este propósito común claramente ante ellos y sus equipos.
Y..  ¿te cuento un secreto? Trabajar desde tu propósito te lleva al impacto, porque


Pero, eso te lo cuento más adelante 😉

Final feliz. Feliz comienzo.

Final feliz. Feliz comienzo. 887 532 Majo

Hoy he revivido una experiencia que tenía lejana en Mamás en Acción. Hacía más de dos años que no estábamos dos meses parados, sin acompañamiento a niños, y este parón de la pandemia había alejado de mi mente los sentimientos que hace un ratito he vuelto a sentir.

Hoy tendríamos que haber realizado el primer ritual de cierre con nuestra comunidad de Madrid, para acompañarlos en este nuevo “adiós” que hoy han vivido, apoyándolos e impulsándolos en este aprendizaje sobre “dejar ir”, pero la pandemia no nos ha dejado. Hoy no podremos celebrar juntos un nuevo final feliz, ni darnos esos abrazos que solo entre nosotros sabemos el significado que tienen. Lo hemos hecho en la distancia, de manera muy liviana, porque además este equipo es de valientes y no han necesitado más, pero hoy de nuevo, me han dado un gran lección.

Hoy he vuelto a vivir ese adiós que deseamos que llegue pero que evitamos que sea pronto, y aunque lo he vivido en la distancia, he vuelto a tener el corazón encogido y la emoción contenida a la espera de ver cómo reaccionaban los que durante unos días se han dedicado a acunar, acurrucar y mirar. He estado en silencio desde ayer… acompañando en la distancia, a la espera de cuando hiciera falta ese mensaje de apoyo. No me he atrevido a hablar antes, dejándoles a ellos expresarse, hacer su propia despedida personal y tras eso, a falta de ese ritual colectivo juntos, hemos volcado nuestros sentimientos en un grupo de WhatsApp y he vuelto a vivir, como hace tiempo que no me pasaba, como si esa despedida fuera la mía propia.

 

En mi opinión, formar parte de una comunidad no es tener a seguidores, no es compartir gustos en común o hacer tareas juntos. Formar parte de una comunidad es estar unidos por un propósito y tener la certeza de qué piensan o sienten los otros incluso sin tener la posibilidad de mirarlos a los ojos, y hoy de nuevo,

me he sentido profundamente afortunada de pertenecer a esta gran comunidad que me hace crecer y aprender cada día con sus gestos y acciones.

 

 

 

 


Todos ellos han dado lo más valioso que tienen. El único bien que se reparte equitativamente a todo el mundo. Todos ellos han dado lo único que nadie les podrá devolver jamás: Han donado su TIEMPO. Ese que a todos nos falta para las cosas más importantes y que solo se puede obtener renunciando a otras alternativas. Han regalado ternura y esa ha sido la fórmula mágica que ha transformado a una pequeña personita que hoy ha empezado su nueva vida y que ha sido recogida entre achuchones, mimos y el más puro de los cariños. Con esa maleta de ternura y el amor con el que su nueva familia va a arropar a la última niña que hemos acompañado, nos quedamos henchidos de amor los voluntarios, le decimos adiós y nos preparamos para el siguiente viaje con un niño, porque si no nos reponemos, si no aprendemos a dejar ir, no habrá un siguiente y si eso ocurre nuestros pequeños, volverían a estar solos.

Las acciones que generan alto impacto, como la que acabáis de realizar, suponen una alta implicación emocional y no todo el mundo está preparado para ello. Compañeros: ¡Sois unos valientes!

Estáis inoculando cariño a una sociedad muy falta de ternura y estáis transformando corazones, que mejorarán vidas. Me siento muy afortunada de viajar en la vida y en Mamás en Acción con VOSOTROS.

G R A C I A S  
¡Vamos, Madrid! #NiUnNiñoSolo

Una Mamá en Acción
Una Mamá en Acción

¿Cuál es el valor de un «Gracias»?

¿Cuál es el valor de un «Gracias»? 1530 1091 Majo

Cuánto viajaba al pasado, sin darme cuenta

Si a veces viajo al futuro para coger fuerza, hoy me he dado cuenta que viajo mucho al pasado para cargar mi corazón y no era consciente.

Hace un año y medio, en el Quinto Aniversario de Mamás En Acción, organizamos una cena y, un buen número de corazones con patas, fuimos a celebrar que habíamos logrado un año más, dando y recibiendo cariño.

Fue una noche genial, con una cena estupenda, llena de detalles, sorpresas, regalos… Como siempre, Merche, súper atenta a todo y el motor de todas las cenas, y Cristina, gran mami en acción y directora del hotel donde cenamos, lograron de nuevo que la cena fuera, además de deliciosa y abundante, inolvidable para todos.

Esa noche me llevé el mejor regalo que Mamás en Acción me hará jamás: un pequeño corazón de pizarra, incrustado en un ramo de flores, que decía “GRACIAS”.

Ese “GRACIAS” que ellas escribieron con, seguro, muchísimo cariño… no tenían ni idea de cuánto significaba para mí.

Ese “GRACIAS” lo recibí como un “vamos contigo”, “te disculpamos por tus errores”, “seguimos a tu lado”… y lo sellé en mi corazón tan a fuego, que lo dejé en el lugar al que acudo cada mañana a prepararme el café.

Cada día lo veo y vuelvo a revivir esa sensación. Y hoy me he dado cuenta que tenerlas cerca y vivir con ellas la experiencia de la vida, ha sido, es y será uno de los grandes regalos que tengo.

Traducir el pasado al presente

Hoy es el cumple de mi madre. Esa con la que discuto y le suplico tuppers a partes iguales. Y a la que no tenía ni idea de que echaba tanto de menos hasta hoy, que hemos hecho una video llamada para soplar las velas juntos. Verla a través de la pantalla (aunque la vea todos los días así), me ha hecho venirme abajo y llorar por primera vez en estos 42 días que llevo de confinamiento.

Y así, sin darme cuenta, tras la llorera, me he sorprendido delante de mi corazón de “GRACIAS” y he pensado en ellas, en mi madre y en mis queridas Mamás en Acción y he vuelto a darme cuenta que soy muuuy afortunada.

Volver cada día a leer ese breve mensaje, resumido en una palabra, es mi viaje al pasado que me llena el corazón.

Mamis en Acción: Hoy os echo de menos especialmente…
Mamá: No vuelvas a alejarte de mí nunca jamás.

Una Mamá en Acción
Una Mamá en Acción

La soledad del COVID-19

La soledad del COVID-19 1016 702 Majo

La VIDA no para. 

Los niños nos están dando una lección de adaptación y los mayores, nuestros mayores, por su vulnerabilidad acentuada a esta pandemia, están siendo muy a nuestro pesar, un icono de este virus que jamás olvidaremos. 

En medio de todo este ruido ensordecedor, se oye un clamor que está removiendo el mundo. No es la enfermedad, no es el virus… Es la soledad.

Nuestros enfermos están angustiados, sin contacto con sus seres queridos, a los que no dejan acompañarlos. No saben cuántos días pasarán allí, si saldrán adelante o si su diagnóstico se complicará, y algunos están muriendo solos. El dolor es latente y nos aterrorizamos, sufrimos y gritamos desde nuestro corazón que esto pase ya, porque es insoportable, porque no nos falta razón. 

Esta situación nos acorrala, nos deja sin salida, en muchos casos, sin más alternativa que la resignación y a muchas personas y familias las lleva a tener que aprender a dejar ir sin remedio, con una herida que puede que no cicatrice nunca porque no se ha llegado a cerrar como debería. 

¿Qué está pasando?
No es solo que estemos enfermos o aislados, es que estamos solos.

Demandamos y reivindicamos los besos y abrazos que antes teníamos y no valorábamos. Hemos pasado a clasificarlos como imprescindibles y contamos los días para recuperarlos. ¡Qué importantes los vemos ahora!

Esta crisis ha hecho aflorar otro virus: LA SOLEDAD.

La situación actual ha puesto de manifiesto algo por lo que nació Mamás en Acción, y es que no nacimos para acompañar a niños enfermos. Nacimos para acompañar a niños que están SOLOS en los hospitales. Y eso que tanto nos cuesta concebir ahora, es algo que, por desgracia, en Mamás en Acción llevamos haciendo desde hace 6 años. 

Y en mitad de todo esto, yo sigo con el corazón encogido cada día pensando en ellos… y veo en cada enfermo en este tiempo a nuestros niños y puede que en esta situación indeseable que estamos viviendo, nuestros grandes corazones con patas, nuestros voluntarios, seamos de ese grupo de personas que están demostrando ser un poquitín más resilientes. 

Nuestros niños no tienen balcón por el que reivindicar su cariño, por eso nuestro balcón es el suyo, y cada día a las 20:00h los tenemos presentes. Contamos los días para volver a verlos y seguir compartiendo nuestra misión y servicio: #NiUnNiñoSolo.

Una Mamá en Acción
Una Mamá en Acción
Majo Gimeno, conferenciante y fundadora de Mamás en Acción.

Bienvenidos a mi nueva etapa

Bienvenidos a mi nueva etapa 1509 1094 Majo

El origen del cambio

Un día, tras el nacimiento de mi primera hija, descubrí que muchos niños, que no tenían padres o no podían vivir con ellos, permanecían solos –sin acompañamiento familiar– durante sus estancias en el hospital.

Aquello me desconcertó y, tras pasar por la tristeza, la frustración y la impotencia, decidí ponerme en marcha. Así, en 2013, creé Mamás en Acción, una organización que, junto a una comunidad de voluntarios, pretendía acercarse a esa realidad social para intentar contribuir al cambio. Pese a mi firme visión, en aquel momento no tenía ni idea de lo que estaba por llegar…

«Si de esta crisis salimos volviendo a ser los mismos que cuando entramos, nada habremos aprendido»

7 años más tarde, con mucho esfuerzo, dedicación y entrega, se ha convertido en una organización con más de 2.000 voluntarios, con un modelo validado y avalado que está contribuyendo a un cambio de procedimientos en el sistema de protección de la infancia de nuestro país. A la vez, se encuentra en pleno proceso de expansión con el único objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños que, además de estar enfermos, están solos.

Soy emprendedora y creativa pero también reservada, lo que me ha hecho mantener una tensión a la hora de hablar de dinero. Pese a que me ha generado grandes resistencias para pedir apoyo económico o dedicarme 100% a ese proyecto, ciertamente cuento con grandes compañeras en el equipo de las que aprendo cada día, me inspiran y me ayudan a crecer.

El impulso definitivo

Hoy, 2 de abril de 2020, día de mi cumpleaños, y tras 21 días de confinamiento por la crisis del coronavirus, tomo la decisión de que cuando vuelva a salir, no quiero volver a hacerlo de la forma en la que entré.

Si de esta crisis salimos volviendo a ser los mismos que cuando entramos, nada habremos aprendido. Hoy decido volver a ilusionarme con mi proyecto de vida, poniendo el foco en el propósito y trazando una hoja de ruta que me permita seguir dando lo mejor de mí, pero con orden, con sentido.
Impulsada por el apoyo y respaldo incondicional de mi marido Borja y de las personas que admiro y quiero, y poniendo en el centro de todas mis decisiones el bienestar de mis hijos (compartiendo el primer principio de Mamás en Acción), con mucha humildad y con la misma ilusión, inicio este camino de acompañamiento.

Compartiré, con personas y organizaciones, las vivencias, experiencias y aprendizajes que Mamás en Acción me ha dado en los últimos 7 años. Lo haré mediante este blog, mis redes sociales, charlas más enfocadas a acompañar y mi propio método de trabajo en grupos.

Y, con todo, mi aportación más importante será la de compartir con el mundo el mayor de mis aprendizajes: el descubrimiento de una energía más fuerte que cualquier fuerza, capaz de cambiar mal por bien, borrar patrones de conducta y transformar a las empresas y organizaciones, a mejor.

Cuidaos mucho. ¡Esto lo ganamos unidos! 

Una mamá en acción.

 

¿Quieres suscribirte a mi newsletter?

Tipo de consulta: