Que los momentos son intensos no es nada nuevo.
Que todos estamos hartos y desesperados tampoco. Pero si os cuento la de cosas extraordinarias que me están pasando sólo en el periodo de tiempo que llevamos de pandemia, no os lo creéis. En serio, no os lo creéis.
Si todos estamos teniendo que hacer un esfuerzo colectivo como sociedad y nos van a dar el doctorado en superar las adversidades, quiero deciros que por mi parte me puedo presentar al puesto del top 5 entre los más agotados emocionalmente de esta etapa. Os contaré todo cuando vaya pasando, pero ahora, por prudencia, entended que no os lo adelante.
Y, ante tal situación de intensidad emocional, lo primero que hacemos los humanos de a pie, que vamos descubriendo el poder que tenemos poco a poco, es entrar en el bucle infinito de «¿por qué?, ¿por qué esto?, ¿por qué ahora?, ¿por qué en medio de una pandemia mundial?» Y seguramente, nunca vayas a ser capaz de obtener la respuesta. Simplemente porque ahora mismo no tienes la información suficiente para saber por qué está pasando esto, aunque seguro que a su debido momento lo sabrás.
Pero, y si en lugar de preguntarte por qué, te preguntas “¿para qué?”.
Estoy segura de que ahí tú mismo encuentras la clave. ¿Pero tú no querías mejorar? ¿aprender y evolucionar para vivir mejor contigo mismo y para generar un mejor impacto en tu entorno? Entonces, ¿cómo vas a superarte sin desafíos?
Sin retos no hay cambios. Sin cambios no hay transformación.
Ahora ya entiendes que puede que las cosas te estén pasando para crecer en compasión hacia alguien que te ha hecho daño injustamente, para crecer en resiliencia (tan necesaria para el resto de la vida que te queda), para mejorar en paciencia, para crecer en humildad.
Dice Mario Alonso Puig, de quien acabo de terminar uno de sus cursos, que
“la verdadera libertad del ser humano está en decidir quién quiere ser hoy”.
¡Wow! En serio… YAAASSS!
No puedes controlar lo que ocurre en tu entorno, incluso cuando estés convencido de que has actuado bien. Entonces, ¿quién quieres ser? Porque tú y yo tenemos el poder de decidir qué papel jugamos, ¿recuerdas?
Pues deja de resistirte a la realidad, deja de preguntarte por qué te pasa esto y empieza a preguntarte para qué e ilusiónate con la idea de que tú puedes cambiar tu vida. Yo lo estoy intentando y si quieres, ¡lo intentamos juntos! Si te animas, escríbeme 😉
¡Feliz vida!
Contigo lo que sea! Cuéntame ese plan que estoy ansiosa por saberlo! Hace unos minutos estaba en el balcón viendo a la gente con la mascarillas y yo llorando,pensando en todo lo que está pasando y justamente preguntándome el por qué, por qué justo ahora,por qué de esta manera… yo, que me creía que era fuerte! ❤